1961
I – ORILLA
(1961)
JARDINERA DE CIZAÑA
¿Quién soy yo, ser sin forma
que el océano roe?
Francois Mauriac
- Por arriba
donde nunca puedan
verla,
tu señal,
jardinero de cizaña
- ya vienen tras de ti.
Pronto,
por arriba tu señal.
1
Cielo nuevo
que por un momento
del alma al corazón
creímos nuestro.
Desvanecido ya,
triste es tu huida,
intento, afán
amado, florecido...
Donde uno, una vez
quiso llamarte
rostro, corazón, luz y silencio,
suyo serás, no serás nuestro,
perdida así
toda tu vida.
2
Hemos vuelto a vivir
lo mismo
de ayer y
de mañana.
El agua sube ya,
cubriendo
los días
y las horas;
de mí
ya sólo queda
el mar claro y naciente,
de mí
ya sólo queda
el mar, triste, apagado.
3
Poniente sol,
perdida tu belleza,
oculto ya, no hallado
tu destino.
Solo serás, siempre;
infinito en su ocaso,
inmenso tu silencio.
Estarán en ti tan sólo
las rosas muertas,
canciones sumergidas,
tinto en el mar,
inmóvil en tu vida,
ignorado tu cielo.
4
Aunque nada hubiera
llevado al mar con mi alegría,
no sentí nunca
el sonido de las ondas,
la espuma en la ribera.
Ahora
el amor a las playas
es demasiado
lejano.
Sin el soplo
fugaz de la arena,
brota el mar
desde el fondo
sin hallazgo.
5
Cerrado, adormecido cauce
de todo lo que aún quisimos
deshecho ya, deshecha vida
cerrada hacia poniente la sonrisa
Poniente sol, que no regresa
a cubrir de luz
lo ya apagado, no vivido,
tan limpio de recuerdos.
Legiones de senderos inconstantes
que el mar y lo ignorado
cierran juntos.
Sabemos ya el final,
aún así inmenso es el fracaso,
muertos ya, cerrada la sonrisa.
y 6
El agua al fondo
cortada
en la línea de las algas.
Yo pensaba en el mar
como cuando leía
y el mar sonaba igual:
No es posible sentarse,
los bancos están mojados,
los bancos están mojados,
y podridas las maderas.
Porque ahora han llegado
el mar y los senderos
a la proa en la noche
sobre ondas azules
y no puedo tomarlos.
No es posible sentarse.
Viven aún como arena
las luces de la calle.
MAR
Entre la sombra voy
Juan Ramón Jiménez
1
REFLEJOS SOBRE EL AGUA
Las franjas suaves del agua
se pierden en la orilla.
- Es posible vivir;
está húmedo el aire
y reseca la arena....
- El viento trae gotas
fugaces y salinas.
El mar antes surgía,
sereno sin ser visto,
mi amor por él, ahora,
olvidará hasta el cielo.
El agua antes cantaba
infiltrada en la arena;
hoy, la busco hasta a ella
por el mar no saciado.
Ayer vimos las ondas
que subían perfectas,
hoy
nuestros pies las perturban,
nuestros cuerpos las quiebran,
Está el mar muy amargo,
hemos bebido
en un día sus aguas,
pisado sus riberas.
2
La última onda,
limpia y azul,
ha caído tan cerca
de mí
que puedo sentir
su pensamiento.
3
Vuelvo mi rostro,
arriba...
abajo en el fondo
pétreo y salino del pozo,
oriónidas estrellas
se hunden en la noche.
y 4
He cubierto en el mas
el vacío
entre estrella y estrella
creyéndolas mías;
mas la noche muere
y estoy tan solo
como antes.
1
Una voz que no es
nuestra
también puede
llamarnos.
2
Coge de tu corazón
tan sólo
lo que ames...
desecha lo demás.
3
Junto al muro
crece la hierba:
su sombra,
la sombra de la luna;
mágica, ancestral,
la sombra de mi cuerpo
LLUVIA
Vamos afuera, la lluvia,
mojará
la cara, el traje.
Vamos afuera,
saltaremos
los charcos,
y al mirar el cielo
se nos llenaran los ojos
de agua y de contento.